¿Has notado que últimamente se habla mucho sobre proporcionar “buenas experiencias”? Ahora más que nunca los usuarios son el foco de toda la planificación y el desarrollo de productos y servicios de las empresas. Y por eso hacemos una invitación en este post ¿vamos a aprender sobre UX Design? Primero debemos entender el significado de […]
¿Has notado que últimamente se habla mucho sobre proporcionar “buenas experiencias”? Ahora más que nunca los usuarios son el foco de toda la planificación y el desarrollo de productos y servicios de las empresas. Y por eso hacemos una invitación en este post ¿vamos a aprender sobre UX Design?
Primero debemos entender el significado de la sigla UX que quiere decir “user experience” en inglés (experiencia del usuario en traducción libre). Es una disciplina que implica poner al cliente en el centro de toda la cadena pensante y operativa de un proyecto.
Si pensamos como consumidores, queremos que todo esté pensado y hecho para que atienda nuestras necesidades, ¿cierto? Llega a ser frustrante cuando nos gusta algo del modo visceral, es decir, por su belleza, y que al final de cuentas no funcione muy bien. O algo que funciona súper bien, pero que no tiene un atractivo visual. O incluso, en el peor de los casos, tener algo que funciona y es bonito, pero que no resuelve un problema crucial. ¿Estás percibiendo cómo el UX design se encaja aquí?
Desde el punto de vista de un emprendedor, el deseo por un producto/servicio con gran éxito y alta rentabilidad llega a ser obvio. Pero para que esto pase, todo el negocio, toda la idea, tiene que tener como foco una cosa: los usuarios.
Para proporcionar una buena experiencia, cualquier cosa que se haga, debe ser útil para las personas, debe ser fácil de usar, y debe ser sexy, es decir, bonito, atractivo, deseable.
¿Es una tarea complicada? Ni tanto, descubrirás que es mucho más fácil de lo que crees ¡Quédate unos minutos para saber mucho más!
Antes de colocar en práctica el UX Design: ¿Qué es?
Es necesario desprenderse de prejuicios y ciertos vicios, como por ejemplo: creer que conoces totalmente a tus clientes, creer que sabes cuáles son los problemas que tienen y colocarlos a todos ellos en una misma caja pensando que todos son iguales y sin considerar los niveles de incidencia que tengan en la experiencia del usuario.
Es justamente ahí donde entra el UX Design. Cuando paramos de “creer” las cosas y vamos hasta la fuente para encontrar la realidad que necesitamos.
En lugar de pensar que todo el mundo tiene un problema, ¿por qué no conversar con los posibles usuarios o clientes actuales? Cuando se va a realizar una mejora, ¿por qué no probar si funciona antes de lanzarla? Si tu producto o servicio está hecho para el público, ¿por qué aún no has conversado con él?
El UX Design trabaja en este escenario, es un facilitador y trae a las personas de tu lado, no contra ti. UX existe para solucionar problemas.
UX Design en la práctica
- ¿Qué hace un UX Designer?
Dan Willis, consultor de desarrollo y diseños de productos y responsable por trabajar el UX en el periódico The Washington Post, en los años 2000 definió el UX design como un gran paraguas, del cual depende otras disciplinas —que juntas— puedan proporcionar una buena experiencia al usuario, lo más completa posible.
Mirando cada punto individualmente, llegamos a algunas definiciones:
– Investigación con los usuarios:
Como comentamos anteriormente, conversar con las personas que van a utilizar tu producto/servicio es fundamental para entender sus desafíos y motivaciones. Es importante ratificar lo que estás pensando e incluso descubrir cosas nuevas que pueden ser mejores que tu idea inicial.
– Estrategia de contenido
El contenido que creas debe ser pensado de acuerdo con tu público. El estilo de la comunicación también influye en el éxito o fracaso de algo. Intenta siempre comprender cómo se comunica tu público para conversar con él de la misma manera (formal o informal).
– Arquitectura de la información
Con el contenido listo, ¿cómo vas a organizarlo? ¿La información estará agrupada de manera correcta?
En productos digitales, es fundamental definir esto para facilitar la compresión del contenido. Determinar si estarán organizados de forma lógica, si existirá jerarquía en la información, y así sucesivamente.
– Diseño visual
Si cuentas con un visual moderno, adaptado al tipo de contenido y público, ya tienes medio camino recorrido. El visual es esa primera impresión que muchas veces permanece. Entonces, esmérate con el diseño de tu producto para que este no sea el motivo de abandono de los usuarios.
– Diseño de interacción
Aquí es el punto de interacción entre los usuarios y tu producto/servicio. Es el momento de ver cómo se comportan frente a aquello que proyectaste. El diseño de interacción trabaja en el antes y en el después de una acción. En productos digitales, por ejemplo, piensa cómo es la interacción con los elementos. Cuando haces clic en algo, ¿sucede alguna cosa? Es necesario pensar en todos los puntos/etapas del proceso de una acción.
– Usabilidad
Deja este ítem por último, pues es el conjunto de todos los elementos anteriores. Con una buena arquitectura de la información, una buena navegación, contenido adecuado, visual correcto y atractivo, la usabilidad se vuelve buena también.
En resumen, una buena experiencia es más fácil de crear cuando colocas al usuario como el principal stakeholder de tu negocio. Al tener al cliente como foco, seguramente vas a trabajar en todos estos elementos para garantizar que sea un cliente fiel, que usa, adora y recomienda tu producto/servicio a todos.
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Cómo ayuda un test de usabilidad
¿Ya sabes de qué se trata un test o prueba de usabilidad? A lo largo de artículo mencionamos la necesidad de estudiar el comportamiento del usuario yendo directo a la fuente, y eso es justamente lo que estas pruebas realizan.
Un test de usabilidad es una serie de prácticas y pruebas que se le hacen a una aplicación o un sitio web con el fin de comprobar la comodidad, facilidad o complejidad con la que se maneja. Estas pruebas son centradas en el usuario observando detalladamente su reacción frente al diseño y funcionalidad del producto a evaluar; en este caso aplicaciones móviles o web.
Así, dejando las suposiciones y basándote en datos, lograrás ayudar a cada cliente potencial a entender cómo navegar en tu web o APP de forma sencilla ¡incentivándolo a comprar y no dejar el carrito abandonado!