Probablemente te has encontrado con varios subdominios durante el tiempo que pasaste navegando en línea y te has preguntado por qué las empresas los utilizan y si puede traer beneficios utilizarlos en tu sitio web.

Un subdominio es un dominio de tercer nivel que forma parte del dominio de nivel superior original. Piensa en algo como “soporte.hostgator.mx”, comparado con el dominio de nivel superior original, que es “hostgator.mx”.

A continuación nos sumergiremos en lo que son los subdominios, por qué se utilizan, y cómo pueden afectar tu actual estrategia de SEO.</strong

¿Por qué usar un subdominio?

Para hacerlo simple, un subdominio es una parte del sitio web principal. Sin embargo, se considera una entidad separada por los motores de búsqueda. Los subdominios se pueden utilizar para propósitos organizacionales, o incluso para un impulso de SEO.

A veces no quieres que ciertas páginas de tu sitio se indexen con el resto de ellas. No podemos predecir tu única circunstancia, pero algunas de las explicaciones más comunes las encuentras a continuación.

1. Alojar un blog

Algunas empresas les gusta mantener su blog separado por ciertas razones. Esto puede ser porque el blog tiene un diseño diferente que el resto del sitio, o quieren crear una distinción entre ese contenido y el resto de su sitio.

Si estás construyendo un blog que es un gran impulsador de contenido, entonces es posible que desees la flexibilidad que un subdominio le dará.

Algunas empresas incluso deciden utilizar un subdominio para otros fines prácticos, como un servicio de ayuda dedicado o un foro. La página de soporte de HostGator sigue este enfoque. A menudo, este tipo de sitio web necesita utilizar un tipo diferente de plataforma o software, por lo que tiene sentido utilizar un subdominio.

2. Para atender a diferentes regiones

A veces tu sitio web abastece a diferentes regiones de México, o incluso se extiende a los sectores globales. En lugar de tener un solo sitio web con una arquitectura muy confusa, puedes crear subdominios para cada región específica.

El primer ejemplo que viene a la mente es Craigslist. Cada región tiene su propio subdominio dedicado. Si el sitio no estuviera desglosado de esta manera sería casi imposible de usar.

3. Mostrar diferentes líneas de productos

Tu línea de productos y servicios puede ser tan diversa que es posible que desees separarlos en diferentes nichos. Esto puede ayudarte a enfocar tus esfuerzos y proporcionar a tus visitantes una experiencia de navegación más relevante.

Subdominios y SEO

Tus subdominios serán tratados como sitios web completamente separados a los ojos de Google. Esto significa que puedes crear una autoridad única para cada uno de los subdominios que estás utilizando. Los subdominios realmente pueden ser beneficiosos para tus esfuerzos de SEO, como lo veremos a continuación.

1. Los subdominios permiten insertar palabras clave en la URL

A veces simplemente no tiene sentido encajar ciertas palabras clave en tu URL principal. Pero, con subdominios, tienes otra oportunidad de insertar palabras clave difíciles de clasificar en tu dominio. Que nunca será una mala cosa para tu posición en los buscadores.

2. Los subdominios pueden mejorar la experiencia del usuario

Si tienes un sitio web largo y confuso en el que es difícil navegar, vas a proveer una mala experiencia al usuario. Una mala experiencia de usuario significa que tus usuarios pasarán menos tiempo en tu sitio, lo que puede llevar a una posición más baja.

3. Los subdominios pueden ayudar a crecer tu autoridad de nicho

Construir una autoridad a gran escala puede ser mucho trabajo. Sin embargo, la posición en nichos de mercado puede tomar mucho menos tiempo y energía. Posicionarse y construir una autoridad en mercados más pequeños ayudará a reforzar la autoridad de tu dominio principal.

Esperamos que ahora tengas una mejor comprensión de los subdominios y el papel que pueden desempeñar en tu sitio web y tu estrategia de SEO.

Los clientes actuales de HostGator pueden crear un subdominio siguiendo estas instrucciones.

Traducido por María Fernanda P. Jiménez. Texto original disponible aquí